Hoy fui a la farmacia de mi barrio.
- Buenos días, tienen la píldora "del día después"?
- ¿Del día después de qué?
- Del día después del naufragio.
Me miró perpleja y negó con la cabeza. Yo salí con las manos vacías, sin remedio para mi dolencia.
10 julio 2009
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1 comentario:
El remedio a tu dolencia puede estar en tu rincón favorito. Búscalo ahí.
Un gato.
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