04 junio 2011

Tu habitación





Llevaba un par de meses buscando casa, el contrato vencía en junio y me urgía encontrar algo. La dirección no me llamó la atención. Buscaba un estudio por la zona, algo independiente. El anuncio ofrecía buhardilla luminosa con baño individual en chalet. La mensualidad era asequible, así que llamé y concerté una cita con el propietario.

Anoté las señas y fui en taxi a ver la habitación. La zona me era familiar pero no presté mucha atención durante el trayecto, estaba absorta en mis cosas. Cuando el taxista dijo " Ya hemos llegado", miré la fachada del chalet y me sobresalté. Estabamos delante de la que había sido tu casa durante mucho tiempo. Me aproximé temblándome las piernas, no era la primera vez que temblaban frente a tu casa, pero esta vez lo hacían de otro modo.

El dueño me esperaba a la entrada, me saludó cordialmente y entramos dentro. Mientras aquel hombre subía las escaleras, observaba todo al detalle, podría haber hecho ese recorrido con los ojos cerrados.

-Aquí a la derecha está la cocina, no la usan mucho. Ahora te enseñaré la terraza.

Era un chalet grande, tal vez la habitación que quedaba libre era otra, -¿Buscáis inquilino desde hace mucho? - pregunté. - Pues el chico que ocupaba la habitación se fue hace algún tiempo, estuvo durante años aquí, era casi como de la familia. El corazón me iba a cien y al destino parecía divertirle la situación o más bien, se reía de mi. Por fín llegamos a la habitación libre, donde , en efecto, al entrar, la cama me guiñó un ojo.

Todo aquello lo interpreté como una señal, pero ¿cuál? Por un lado me urgía la necesidad de encontrar un sitio, por otro, lo veía como una invasión a tu intimidad. No importa, nunca lo sabrá, pensé.

El casero me hablaba de la tranquilidad, el wifi, la plaza de garaje.. pero no le escuchaba, tenía la mirada fija en la cama. -Puedes probarla, el colchón es de canapé, muy cómodo. Aunque si quieres podríamos cambiarlo. Ni en broma -no dije- No, no, está perfecto así- contesté.

Al verme dubitativa me sugirió la posibilidad de pernoctar una noche y si me gustaba podía quedarme. Esta opción me pareció viable, me atormentaba la idea de pasar una noche allí sola, pero por otra parte me parecía un experimento surrealista, mágico. Escuchar los secretos de las paredes, dormir abrazada al recuerdo de tu almohada, tocar el pomo de la puerta que tantas veces habrías tocado, ducharme en tu ducha, verte a través de la memoria del espejo del baño, destapar el cajón de Pandora de tu mesita de noche, abrir y cerrar por fín el cerrojo de tu puerta a mi antojo, acariciar al que fue el monstruo de tu armario.

Sin dudar acepté la propuesta y ahora estoy aquí tumbada, en la que fue tu cama, mirando el cielo de tu techo, aquel que en su día fue el séptimo y que hoy es el último. En cierto modo, tú también estás aqui.






* Forgive me, de Alanis cantada por mí desde tu baño

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Tia, has estado en la excasa de D***?

Mariam dijo...

Loca, es ficción. Y si tal, escribes su nombre de paso.. anda que.. :P

Anónimo dijo...

xDDD

Unknown dijo...

Me he enamorado de tu cover de "Your House", y por ende, de ti también, jeje.