21 abril 2011

Mesías urbano




Habia planificado crucificarle este próximo sábado. Sin embargo, antes de que esto ocurriera, resucitó la madrugada del jueves. Como mandan los canónes, los suyos. Borracho y diciendo aquello de "tengo sed". De haberlo sabido le habría redimido ofreciéndole la más sagrada de las hostias: mi cuerpo. Pero no pude, dormía.