09 febrero 2006

Carta a Ulises

Desde Ítaca. Querido esposo,Una vez más te escribo sin saber dónde enviarte esta carta,y sabiendo que no obtendré respuesta nunca...

Nuestro hijo pregunta por tí constantemente y tu esposa te echa de menos. La gente es mala, y comienza a hablar de tí, se dice que te han visto con una tal Calypso. Yo no les creo, es la envidia, hay muchos hombres que intentan convencerme de que has muerto en alguna batalla, yo se que no es así, mi amado, te espero y sé que pronto volverás a mi lado.

A mis pretendientes, les he dicho, que en cuanto acabe de bordar esta sábana, elegiré al mejor candidato y me casaré con uno de ellos. Mientras tanto, todas las noches, tejo y destejo, para que nunca llegue ese momento.

Ay cuán frio se ha vuelto mi lecho, querido Ulises, el lecho que tú construiste para los dos, se ha vuelto enorme, y me pregunto una y otra vez porqué tuviste que abandonarnos,a Telémaco y a mí de esta manera...


En realidad empiezo a estar bien harta de tus infidelidades, pues, que coño! conozco los detalles de tu engaño, y yo, no te creas, que me he quedado atrás, pues he de decirte que ninguna noche me falta el calor de un joven mancebo y que tengo muchos candidatos jovenes y hermosos que te superan a ti con creces, pues que sepas que contigo nunca supe lo que era un orgasmo.

Que sepas que Telémaco, es demasiado guapo para ser hijo tuyo y que deberias ir preguntandote a qué se deben los rasgos orientales en su rostro!Por otro lado, he de confesarte que la fortuna que dejaste ha mermado bastante, pues en orgias y otras bacanales la estoy inviertiendo, sabes que siempre me gustó la buena vida.Por todo ello, casi que no hace falta ni que regreses.

Que si la astuta de Circe en cerdo no pudo convertirte es porque ya lo eras. Que Zeus se apiade de ti y que los dioses te sean favorables, mi querido Ulises, ahora soy yo la que emprende su odisea.

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